Este pueblo, aún hoy distribuido en una extensa región del Chaco central y oriental, habla una
lengua que se considera emparentada con la de los chorote y los nivaclé. Comparten además,
con estos otros pueblos, importantes similitudes culturales. A pesar de estas semejanzas,
mantuvieron guerras entre sí hasta su sedentarización y cambio cultural por obra de las
misiones religiosas, principalmente anglicanas, que se instalaron en sus territorios desde 1915
en adelante.
La historia de su encuentro con avanzadas de la sociedad no indígena es similar a la de los
otros grupos chaqueños: sufrieron el acoso de las expediciones militares, particularmente a
partir de 1884 con la campaña del general Victorica y con las que se sucedieron con el
propósito de resguardar el avance de los frentes ganaderos que iban tomando ocupación del
área. La Guerra del Chaco (Paraguay y Bolivia, 1932 a 1935) se desarrolló también en parte de
sus territorios, con las consecuentes migraciones de familias wichí que procuraban huir de las
zonas de conflicto. Asimismo, estuvieron sometidos al reclutamiento para el trabajo en
ingenios y obrajes de la zona. Pero, de este largo proceso, quizás el más dramático es el que se
ha desencadenado desde la década de los noventa hasta el presente en virtud de la
revalorización del mercado de tierras, la expansión de la deforestación y las plantaciones
extensivas de soja así como del trazado de caminos y obras de infraestructura.
lengua que se considera emparentada con la de los chorote y los nivaclé. Comparten además,
con estos otros pueblos, importantes similitudes culturales. A pesar de estas semejanzas,
mantuvieron guerras entre sí hasta su sedentarización y cambio cultural por obra de las
misiones religiosas, principalmente anglicanas, que se instalaron en sus territorios desde 1915
en adelante.
La historia de su encuentro con avanzadas de la sociedad no indígena es similar a la de los
otros grupos chaqueños: sufrieron el acoso de las expediciones militares, particularmente a
partir de 1884 con la campaña del general Victorica y con las que se sucedieron con el
propósito de resguardar el avance de los frentes ganaderos que iban tomando ocupación del
área. La Guerra del Chaco (Paraguay y Bolivia, 1932 a 1935) se desarrolló también en parte de
sus territorios, con las consecuentes migraciones de familias wichí que procuraban huir de las
zonas de conflicto. Asimismo, estuvieron sometidos al reclutamiento para el trabajo en
ingenios y obrajes de la zona. Pero, de este largo proceso, quizás el más dramático es el que se
ha desencadenado desde la década de los noventa hasta el presente en virtud de la
revalorización del mercado de tierras, la expansión de la deforestación y las plantaciones
extensivas de soja así como del trazado de caminos y obras de infraestructura.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario